Las propiedades curativas de la arcilla húmeda se basan en su poder refrescante, desinflamante, descongestivo, purificador, cicatrizante, absorbente y calmante. Su función está dada principalmente por la absorción de minerales y oligoelementos que a nivel celular aseguran el desarrollo óptimo de los procesos biológicos, relacionados con la salud, el bienestar y el equilibrio general del ser humano.
El barro, arcilla o fango es un material natural, sano y terapéutico, que se ha convertido en la alternativa ideal para los tratamientos estéticos, pues sus componentes están en armonía con el cuerpo. El cuerpo humano y la tierra presentan básicamente la misma composición química y el barro tiene la propiedad de interactuar en el contacto con la dermis actuando como un agente transmisor de sustancias útiles y un receptor de tóxicos.
El barro utilizado para la fangoterapia, puede proceder de terrenos volcánicos, terrenos cercanos a manantiales de aguas minerales, terrenos profundos o terrenos de grutas y
su acción curativa depende de las sustancias radiactivas contenidas en las capas profundas de la tierra, capaces de extraer del interior y exterior de nuestro organismo las impurezas que lo perjudican.
NOTA: En caso de cualquier enfermedad o dolencia, consulte primero con su médico.